Con los pies en movimiento.
Una vez aprendí a leer y las palabras me condujeron al
pensamiento.
Una vez aprendí a sonreír y la alegría me lleno de
descubrimientos.
Tener un sueño es la motivación de mantener los pies en
movimiento.
Tener un sueño es dormir, pero soñar con los ojos
despiertos.
Siempre creer y tener autoconfianza.
Logrando que cada experiencia sea la puerta que genere un
resultado de gran valor
Creyendo en las posibilidades de la constancia y el
resultado de su sabor.
El sabor a veces tiene traje de sacrificios.
La constancia tiene costados, extremos, esfuerzos y momentos
difíciles.
Pero siempre en la constancia hay “superación”.
Elegir un nombre que se llame constancia y no abatido.
Elegir un nombre que sea nuestro estado de conciencia más
representativo.
No solo nos define como seres pensantes.
Sino que define las herramientas que usaremos en cada
momento.
Pretender ser cada día una persona diferente.
La diferencia está en la cadena de valor.
La diferencia está en que cualidad focalizare y seré mejor.
Sin compararse con otras verdades, personas o situaciones.
Comparándose con el yo soy “ayer”, “hoy” y “mañana”.
Elegir un nombre que se llame constancia y no frustración.
Elegir un nombre que fortalezca nuestra razón.
Elegir cada una de nuestras posibilidades;
Y hacerla posibles en cada instancia.
Tener sueños no es más que la motivación de nunca perder las
esperanzas.
Tener sueños no necesariamente deben tener una magnitud
determinada.
El sueño es propio y hay que sostenerlo en cada mirada.
Mirar al futuro partiendo del presente.
Mirar el futuro cambiando cada debilidad, aunque surjan de
manera inconsciente.
Aprender de todos y de cada persona que se nos cruce en el
camino.
Es la manera de generar constancia para aprender del paisaje recorrido.
La constancia aquí será aprender del aprendizaje.
Tener un sueño es dormir, pero soñar con los ojos
despiertos.
Tener un sueño es la motivación de mantener los pies SIEMPRE
en movimiento.
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